La luz del alba sobre Madrid y la letras caligráficas forman el marco romántico para la novela. La cortina en la ventana abierta insinúa sensualmente una brisa fresca de madrugada.
YO SIEMPRE SERÉ YO, PERO CONTIGO
La secuela del libro anterior.
Otra silueta de Madrid, esta vez en la cálida luz de la tarde forma el fondo para esta historia de amores. La cortina abierta se convierte en marca de serie.